Maridaje con Sauvignon Blanc: Indómita y Veramonte

Cuando pensamos en maridar un vino blanco, usualmente pensamos en hacerlo con mariscos o pescados, pero lo cierto es que también podemos acompañarlos con una gran variedad de otros platos. Hoy continuaremos revisando la producción de los Sauvignon Blanc de Casablanca, y sus diversas posibilidades de maridaje.

¿Pero que debemos entender por maridaje? Para la RAE, en su segunda acepción, nos dice que es la “Unión, analogía o conformidad con que algunas cosas se enlazan o corresponden entre sí”. Por lo tanto, desde esta definición el maridaje de alimentos y bebidas se entenderá como la combinación de sabores, sensaciones y texturas, puestas en copa y plato, para el disfrute del comensal. Y desde el mundo del sommelier, se hace mención a 3 tipos de maridaje: por acompañamiento, por complemento y por contraste. El primero, busca aromas y sabores similares, tanto en el vino como en el plato, sin que se inhiban entre sí, acompañándose, como ocurre por ejemplo, en el maridaje de un Syrah Gran Reserva con carnes rojas muy sazonadas. El segundo maridaje, por complemento, busca el equilibrio, por medio del refuerzo de la gama de sabores tanto del vino como del plato, por ejemplo, ensaladas con vinos ligeros, o un Pinot Noir con tiramisú. Y el tercer tipo de maridaje, por contraste, apunta a establecer un contrapunto entre el plato y el vino, por ejemplo, charcutería con un vino dulce.

Para maridar, propongo dos Sauvignon Blanc de Casablanca. Estos dos vinos poseen una acidez perfecta, característica que aporta el valle.

El primero es un Sauvignon Blanc 2016 de la Viña Veramonte, de un amarillo paja brillante, con aromas cítricos, pomelo y si se demoran en la olfación, se puede apreciar la manzana verde, muy fresco. En boca, la manzana resalta, pero además es herbáceo y con un final redondo. Sugiero hacer un maridaje por acompañamiento, con una gran ensalada, por ejemplo.

El segundo es un Gran Reserva 2016 de la Viña Indómita, de un amarillo paja, opaco con tonos acerados. En nariz llama la atención los aromas a espárrago, ají verde y una sutil manzana verde. En boca, sentirán la manzana verde y unas notas cítricas que alargan la frescura del largo final, un vino bien logrado. Propongo un maridaje por complemento, que busque resaltar la gama de sabores, por ejemplo, con pescado al horno, un salmón,

Finalmente, debemos comprender que el maridaje, como todo en la vida, es un aprendizaje, que requiere trabajo, y apertura para combinar sabores, aromas y texturas.