“Existe más historia que geografía en una botella de vino” (J. Kressman)
Nuevas viñas, nuevos vinos
Una viña nueva trae consigo nuevos vinos. Una nueva viña boutique, es un avance en el mundo del vino y eso, porque al manejar pequeñas producciones los procesos se controlan mejor. Hay más cuidado en los detalles. Se ensaya y se prueban nuevos aromas y nuevos sabores.
Presentar una nueva viña, es como presentar un libro, tanto los vinos, como los libros tiene en común una historia, un sueño primigenio. Una idea de hacer algo que no existía. Tanto el enólogo como el escritor, sueñan la utopía de crear lo que no ha sido creado. Por lo mismo, debemos saber que cuando bebemos un vino de una nueva viña, estamos siendo parte del sueño que alguien tuvo alguna vez, así, ese bebedor, al igual que el lector, son el eslabón que cierra el círculo, son la última estación del viaje.
Vircan es una viña Boutique que ha logrado pequeñas producciones de Cabernet Sauvignon, Carmenere y de Syrah, uniendo la experiencia y la pasión por el buen vino y gracias a una larga crianza, han podido dar forma a vinos elegantes y con cuerpo. Vinos con clara identidad.
El Cabernet Sauvignon 2015 es del valle del Maipo, del sector de Pirque, de rojo granate, brillante y límpido. Este Cabernet posee aromas a fruto rojo, ciruela y cereza, algo de pasas y especias como pimienta negra. También podemos percibir algunos aromas secundarios, como caramelo y flores, lavanda a lo mejor. Más atrás, vainilla, cacao y chocolate negro que son aportados por los 12 meses de barrica de roble francés de primer uso. Es este un fiel representante de la cepa, pero además, con una evolución precisa, que se puede disfrutar con quesos maduros por supuesto, pero también, con comidas propias y tradicionales, porotos con longanizas, lentejas y unos buenos garbanzos. Maridajes con las comidas de casa, de la familia, de las abuelas.
El Carmenere es del año 2015, también del Valle del Maipo. Se embotellaron solo 1.000 botellas, es decir, la producción fue pequeña, por lo mismo, cuidada es todos sus procesos. Este vino, es de un rojo rubí, con tonos violeta, intenso. Al hacer la olfación, encontramos unas notas sutiles a caramelo, violeta, fruto negro y ciruela, unos aromas secundarios a plátano y algo de aromas terciarios como el cacao y el humo. Un vino complejo en nariz. En boca, es atractivo, de taninos sedosos, aterciopelado, redondo, muy bien estructurado. Un vino persistente con un largo final. En definitiva, este Carmenere está muy bien logrado.
Y por último, el Syrah 2015 de la viña Vircan es del Valle de Casablanca. De color oscuro, profundo con algo de azulado y notas violáceas. En nariz, la fruta roja madura y las especias como la pimienta negra se sienten con intensidad, tiene también, unas notas a guinda y menta, algo de mora sobresale junto a la nota cárnica propia del Syrah. En boca, encontramos notas a pimienta negra, y nos sorprende con unos taninos crujientes, con cuerpo y estructura. Fluye pesado, donde la madera aporta un final largo y redondo.
En fin, una nueva viña nacida de la mano del enólogo Christian Parodi, nos trae nuevos vinos para disfrutar, de la pasión, del sueño, de la utopía.
