top of page

La Interpretación junto a un Malbec de Loma Larga


Es lo que hacemos, finalmente, cuando catamos o degustamos un vino. Cuando lo bebemos, conscientes de lo que hay en la copa; cuando observamos el color o percibimos los aromas.

¿Qué hacemos, sino interpretar aquello que los sentidos perciben y registran?

Identificamos el color, cuando las sensaciones producidas por el reflejo de la luz en el vino, son transmitidas por el ojo al cerebro y este clasifica, recuerda y nombra. O los aromas, que reconocemos cuando nuestros receptores olfativos interactúan con una sustancia orgánica y envían esta señal al bulbo olfativo, entonces, recordamos y asociamos escenas, situaciones y emociones nombrando, finalmente los aromas percibidos.

Interpretamos para construir la realidad. Interpretamos desgajando y descomponiendo. Interpretamos bajo códigos y reglas que algún otro ya estandarizó. Interpretamos, según nuestra propia historia; interpretamos en función de la cultura que nos habita y en que habitamos. Interpretar es despertar y remover los sentidos, trayendo el mundo ante nosotros. Extendiéndolo hasta comprender que lo que la copa contiene, no es mi gusto como fin, sino, la comprensión de fenómenos químicos, de trabajo, de tiempo y de historia. Entonces, si vamos a catar un vino, necesitamos ciertos códigos y reglas para que podamos entender los secretos del vino: los colores, aromas y sabores que interpretamos al degustar. Pero también necesitamos de la práctica habitual de la degustación, que no es más que la incorporación de esos códigos y reglas asumidos como práctica, enriqueciendo la experiencia.

Susan Sontag, en 1964 escribió en su ensayo titulado Contra la interpretación, que la función del crítico o de aquél que ocupe ese lugar, debiera consistir en mostrar cómo es lo que es, incluso, qué es lo que es y no, lo qué significa. Es decir, ser capaces de identificar y decir, aquellos elementos que componen, en este caso, el vino, el color, el aroma, el sabor, la procedencia, el terroir, la añada, antes que nuestro propio gusto. Entonces, para catar y degustar un vino debemos conocer ciertos criterios, criterios que nos permitirán evaluar y clasificar acercándonos al uso experto.

Para hacer el ejercicio de interpretación, recomiendo hoy, un Malbec de clima frío de la viña Loma Larga del valle de Casablanca.

En este Malbec 2015, es de un rojo púrpura, brillante e intenso; que en nariz, presenta aromas a pimienta blanca, notas a fruto rojo como la frambuesa y fruto negro como la ciruela, notas florales y mentoladas; pero también, se perciben aromas secundarios, como el plátano, y más atrás, como tercera capa aromática, una madera sutil, expresada en una nota a humo. En boca, con cuerpo y estructura, se percibe una nota verde, fruto negro, pimienta y mermelada. De taninos delicados y con un retrogusto a fruto seco, el final, es largo y agradable. Es equilibrado y armónico en aromas y sabores, complejo en boca y con una larga permanencia. Este Malbec ha sido recientemente valorado por James Suckling, con 92 puntos. Subjetivamente coincido con Suckling, el Malbec Loma Larga 2015, realmente inspira.

Entradas destacadas
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
No hay tags aún.
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page