“Existe más historia que geografía en una botella de vino” (J. Kressman)
Reuniones y reencuentros en un Blend William Cole
Admin
28 jul 2017
2 Min. de lectura
La palabra reunión viene del latín y significa “acción de volver a ser uno”, volver al lugar de origen, al nacimiento. ¿Pero cuando llegamos?, ¿cuándo estamos en ese lugar, sino es con los que queremos, amamos y admiramos? Volver a ser uno, volver a estar con otros, reunirnos en torno a una copa, como coartada para que todo se conjugue y regresar al equilibrio. Uno es, con los otros, con los suyos finalmente.
Y para llegar, escribió en 1977 Julio Cortázar, “se puede partir de cualquier cosa, una caja de fósforos, un golpe de viento en el tejado, el estudio número 3 de Scriabin, un grito allá abajo en la calle, esa foto del Newsweek, el cuento del gato con botas”. Llegar a ese lugar donde volvemos a ser uno, uno con los otros y con uno mismo.
Pienso en esto mientras descorcho un blend, símbolo de equilibrio y reunión, en que gracias a la mezcla y al ensamblaje de varias cepas, se logra complejidad aromática en sabores y en estructura; se llega a colores y tonalidades que solo es posible gracias a esa reunión de cepas, a esa acción de volver a ser uno, es decir, volver a un todo.
El blend que quiero recomendar es de la Viña William Cole, de la línea Winemaker´s Special Reserva, que reúne las cepas Cabernet Sauvignon como cepa base en un 50%, Carmenere en un 25% y por último, la cepa Carignan en otro 25%. Tres cepas en una botella. Todo un reencuentro.
Este blend es de un rojo rubí intenso y brillante, con tonalidades púrpuras, se aprecia en nariz aromático e interesante, ya que los aromas que emanan de la copa son complejos, es decir, reúnen a varias familias aromáticas: fruto negro como ciruela y algo terroso como setas. También hallaremos especias: pimienta negra, nuez moscada y más atrás, los aromas terciarios aportados por la barrica y la guarda: vainilla y algo de humo. En boca, al dejar que el vino la recorra, sentirán los taninos que se expresan al inicio para luego fundirse con los sabores a fruta negra y setas. Agradable. Permitan que en el segundo sorbo el vino se quede unos segundos más en la boca, que la inunde por completo, deténganse ahí, en ese momento podrán perciben los sabores con mayor intensidad. De final largo este blend de la Viña William Cole puede acompañar perfectamente un arroz con pescado a la mantequilla, o también, beberlo junto a un queso ahumado Santa Rosa.
Se puede partir de cualquier cosa, porque, lo importante es llegar al lugar, a la casa donde somos uno junto a los otros.
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