Cuatro Syrah del Valle de Casablanca
- Admin
- 24 nov 2016
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El escritor escocés R. L. Stevenson dijo alguna vez que el vino es poesía embotellada, y no creo que exagere si pienso en los vinos del Valle de Casablanca.
Porque Casablanca es reconocida como la primera región costera de clima frío en Chile y sus primeras parras datan de fines de los ´80, y desde sus inicios llamaron la atención sus vinos, frescos y con una excelente acidez.
Por otra parte, una de las características del valle, es su amplitud térmica (entre 9°C a 30° C en verano), lo que permite una mayor concentración de la fruta, por lo tanto, vinos de calidad superior. Si bien, las condiciones del valle son ideales para las uvas blancas, hay otras cepas que se adaptan perfectamente al Valle, por ejemplo el Syrah, cepa original del valle del Ródano en Francia.
Y de un Syrah, se debe esperar un cierto color, aromas y estructura que le son propias, pero además en un terroir como el Valle de Casablanca, encontraremos particularidades que no se dan en otras zonas del país.
Tengo ante mí cuatro ejemplares, perfectos, cada uno. Cuatro Syrah Gran Reserva del año 2014. Uno, de la Viña Imperatore, luego, de la Viña Anlu, el otro, de la Viña Casa Roca y por último, un Syrah de la Viña Casas del Bosque.
Y lo primero que podemos decir, es sobre el color, todos tiene el color propio de Syrah: un rojo oscuro, profundo con algo de azulado y notas violáceas, pero, cada uno de ellos aporta matices diferentes.
En nariz, la fruta roja madura y las especias se sienten con intensidad, pero por ejemplo, el Imperatore, tiene unas notas a guinda y menta propias de este vino, impresionan estos aromas; en el Anlu, la mora sobresale junto a notas cárnicas, con una intensidad llamativa, este vino es potente y difícil de olvidar; en el Syrah de Casa Roca, el laurel le da la característica, pero además un aroma a violeta sutil lo convierten en un placer inconfundible; y en el de Casas del Bosque, la lavanda es lo que prima, pero a su vez, la pimienta negra lo redondea. Y todos poseen violeta y algo de humo, las características propias de la cepa.
En boca, el Syrah Imperatore, es elegante y equilibrado con un final largo y donde encontramos notas a pimienta negra; Anlu nos entrega y nos sorprende con unos taninos crujientes y con una madera que aporta con un final largo y redondo, además, nos volvemos a reencontrar con la mora madura; el siguiente, el Syrah de Casa Roca es más astringente (este es un vino sin filtrar), pero al igual que los otros, de final largo, es decir, persistente en boca y las frutas negras se dejan sentir. Se sugiere decantarlo y así sentir sus taninos más sedosos; y por último, Casas del Bosque, donde vuelven los aromas a lavanda, maravilloso.
En resumen, estos cuatro Syrah, son perfectos exponentes del Valle de Casablanca. Cada uno posee características únicas y propias, deliciosos. Todos, un poema. Todos absolutamente recomendables. Y ahora, solo nos queda, beberlos, de a poco, como se beben los buenos vinos.
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